Los métodos de profundizar en el conocimiento de la historia, están evolucionando rápidamente, entre los elementos que facilitan este proceso, se encuentran ahora los análisis de ADN, una de las técnicas que permite acercarnos con más fiabilidad al proceso evolutivo de nuestra especie.
El jueves pasado, un pequeño fósil, concretamente una falange del dedo meñique, hallado en la cueva de Altai, al sur de Siberia (Rusia), ha permitido incorporar al mapa evolutivo, una especie hasta ahora desconocida, que vivió hace 40.000 años, a la que se le apoda “Mujer X”.
Los elementos que han facilitado llegar a esta afirmación, han sido gracias al ADN mitocondrial, o lo que es lo mismo, el que lega la madre a los hijos.
A dado comienzo con estas pruebas una frenética carrera, dentro de la investigación de la evolución humana, ya que este año aparecerá publicado el genoma completo del “Homo neanderthalensis” y probablemente el de la nueva especie “Mujer X” .
Johannes Krause, investigador del instituto Max Planck de Alemania y que ha estudiado los restos de la “Mujer X”, nos comenta que “el ADN aporta mas información que la puramente morfológica” .
Existen muchas preguntas que aún siguen sin respuestas concretas:
¿Se cruzaron las diferentes especies humanas? ¿Tuvieron descendencia? ¿Es el homo sapiens una especie única? ¿Hay rastros genéticos mas arcaicos en los genes de la población actual?
El equipo de Juan Luis Arsuaga, esta volcado en usar al máximo, el potencial de la técnica del ADN, para sacar a la luz lo que ocurrió hace miles de años.
En 2006, se obtuvo ADN mitocondrial de los huesos de un oso que vivió hace 400.000 años en la sierra de Atapuerca (Burgos). Así el razonamiento y la pregunta surge de inmediato, si de un fósil de oso se ha podido obtener material genético, ¿Porque no se podría obtener de un ser humano de la misma época?.
Si conseguimos perfilar esta técnica, podríamos probar una hipótesis, que lleva rondando las mentes de muchos paleontólogos, desde que apareciera publicados los datos de la “Mujer X”; La posibilidad de que el “Homo antecessor” perteneciese al linaje de la “Mujer X”.
Surgen ahora en las especies conocidas, algunos candidatos a ser la “Mujer X”, tales como:
Homo erectus.
El primer homínido, del que tenemos conocimiento que salió de África, hace 1.900.000 años.
Se extiende por Asia llegando a vivir en Indonesia hasta hace 100.000 años.
Sin embargo en Europa no aparecen rastros de esta especie, desde hace 40.000 años, cuando vivió la “Mujer X”.
Los estudios realizados, entorno a la nueva especie, revela que se separó de los Neanderthales y de los humanos modernos hace 1.000.000 de años en África, muy posterior a que el “Homo erectus”, abandonase el continente africano.
Homo neanderthalensis.
No se conoce como llegó a Europa, ni siquiera se tiene la certeza, de que el origen sea africano.
Esta especie se separaron de los humanos modernos, hace 500.000 años, posterior a que la “Mujer X” hubiese ya divergido.
Sin embargo llama la atención que a escasos kilómetros de la cueva de Altai, se hayan descubierto yacimientos neanderthales.
Homo Sapiens.
El “Homo Sapiens”, salió de África hace 50.000 años, se extendieron por Asia y Europa llegando incluso a América.
Esta especie reemplaza al resto de las otras especies, entre otras a los neanderthales.
Nos encontramos ante la especie de la que procedemos la población humana actual.
El “Homo neanderthalensis” y el “Homo Sapiens”, convivieron hasta la desaparición de los primeros, hace 28.000 años, en los últimos reductos, ubicados en Gibraltar y Ceuta.
En el estudio realizado se ha podido verificar que el genoma de la “Mujer X”, difiere bastante del contenido en los humanos actuales.
Juan Luis Arsuaga, no descarta la posibilidad, pese a que en la actualidad no se ha conseguido obtener ADN de un hueso de 900.000 años, lo sea factible en un futuro no muy lejano, pudiendo así convertir el conocimiento de la evolución del hombre, en una realidad.